¿Cuál? Dirá la mayoría de los padres de hijos pequeños especialmente. Y es que ser padre, es una tarea de tiempo completo y para toda la vida. Por supuesto que existen excepciones. Habrá quienes prefieran irse de vacaciones antes de atender a un bebé, o quien acabando de tener uno lo dejan abandonado en los primeros brazos que encuentren, quienes los odiaran por quitarles su independencia, ahorros, salud y tiempo. Pero yo me refiero a la gente normal, como tú y yo, que de alguna manera queremos aprovechar al máximo el poco o mucho tiempo con el que dispongamos en compañía de nuestros hijos(as).
Es importante hacer notar que la calidad del tiempo es más valiosa que la cantidad del mismo, ya que hoy en día pierdes aproximadamente 2 horas de tu tiempo entre el tráfico, 8 en tu trabajo, otras 3 en tareas domésticas, duermes un promedio de 5 horas y las otras 6 horas que te quedan al día, realmente no son gran cosa, pero las debes de exprimir para lograr un balance entre tu vida y tu corazón.
No hay cosa más difícil en el corazón de un padre que tener que hacer una tarea doméstica y que llegue tu hijo(a) a decirte ¿jugamos? En esos dos segundos en que decides responderle se atraviesa en tu mente que si no terminas lo que estás haciendo, te dormirás más tarde, llegaras al día siguiente más tarde al trabajo y te despedirán…..¿y sabes cuál es realmente el problema?, que como humanos, vivimos la vida por adelantado. Ni bien estas realizando una tarea ya estás pensando en otra. Es como las madres que acaban de dar a luz y ya están pensando en tener un hermanito.
Acá, va el consejo de vivir cada momento en su momento. Sí, claro hijo(a), vamos a jugar, debería ser tu respuesta, aunque juegues por un momento. Los niños en ocasiones no necesitan mayor cosa para estar bien, pero SI necesitan del mayor tiempo posible al lado de sus padres.
¿De qué sirve?… preguntarás, si al final mi hijo(a) crecerá feliz aunque no esté con el (ella). ¿Te has dado cuenta que para entrenar a un perro, necesita tiempo? No, no tiene similitud alguna, pero el punto acá es TIEMPO. Tu pequeño(a) sin duda te tomará más cariño mientras más compartas con el (ella). No te dará ninguna enfermedad si te tiras en el suelo unos minutos o haces burbujas en la tina de baño mientras lo(a) bañas, ni de dará alergia si tomas un crayón o un rompecabezas y menos todavía te quedarás ciego(a) si lees con el (ella) un libro.
Si bien es cierto que pasan medio día en el colegio /kínder/guardería con sus amiguitos, el (ella) pasa ese medio día esperando que tú vuelvas y tengas la sensatez de sentarte a conversar, a jugar, a caminar o a leerle una historia. Son solo momentos. ¡De momentos está hecha la vida!
Cuando no tienes deseos de estar con ellos, pregunto: ¿cómo es que siempre tienes tiempo de ver un partido, leer un diario, entrar a tu Facebook, responder un email, ir al salón, asistir a algún evento de tu oficina o salir con tus amigos?
Los niños crecen pronto, es algo que me ha dicho mi mamá desde que nació mi primer varón y un día me senté con él y le pregunte ¿qué quieres que haga? Y me respondió con una sonrisa de oreja a oreja ¡Jugar plastilina!… enseguida tome la plastilina y empecé a jugar con él y su hermanita.
¿Te cuesta mucho preguntarle a tu hijo(a) qué desea que hagas? Mi hijo tenía 2 años y 5 meses cuando me respondió, no pedía nada más, nada más “complicado”, … pero espero que cuando lo haga, siempre tenga tiempo para ellos y “jugar plastilina”… ¿Y tú?
Tips:
Deja de último lo menos importante, aunque sean tareas pequeñas, siempre te quitaran tiempo.
Intenta no tener actividades sociales los fines de semana para poder dedicar al menos dos días a tu familia.
Ten en casa hojas de papel y crayones, no hay nada que a los niños les guste más que hacer garabatos y puedes utilizarlo para días lluviosos.
Cuando debas hacer la comida, pide la ayuda de tu(s) hijos (as). No importa si dejan sucia tu cocina, nada se compara con la alegría de haber cocinado juntos.
Usa tu imaginación para entretener a tu pequeño (a), piensa en lo que querías tú a esa edad y hazlo ahora que tienes el control.
No te estreses de más. El mundo girará estés o no estés tú.
Intenta, en lo posible, vivir cada cosa en su momento, sin pensar en qué pasara luego. La mayoría de las cosas, no pasan como uno se imagina y les das más tiempo del que merecen.
Si es tarde,… es tarde, ¡Acéptalo! No quieras sumarle minutos al día o intentar recuperar el tiempo. Simplemente, concéntrate en el punto siguiente y verás que encontrarás tiempo para terminar el anterior.
Calcula los minutos que te hacen falta para realizar todas las tareas diarias y pon tu alarma del despertador más temprano para que puedas realizarlas.
Deja para la noche tareas domésticas, ya cuando tus hijos estén dormidos. De esta forma no estarás estresado(a) y te relajaras luego al hacerlas ya sin tanto ruido.
Delega responsabilidades, todos pueden aprender si se les enseña no importa la edad.
Coloca cestos de basura pequeños en diferentes lugares. No tendrás que estar dando vueltas buscando uno.